42. La obra literaria de Bosch es inseparable del contexto político donde vivió. Por tal razón, en el análisis o lectura de cada uno de los cuentos o novelas que escribió, el método de la poética toma muy en cuenta ese contexto a fin de ver en la escritura boschiana lo que es político en cada uno de estos textos únicos e irrepetibles, pues la transformación a través de la crítica de lo político es la ética de su escritura como valor plural parsimonioso, pues no dan para más, ya que la teoría literaria que Bosch aplicó conscientemente en sus obras fue la del positivismo armónico de Eugenio María de Hostos, el cual veía la literatura únicamente como una lección moral y ese binarismo que excluía la imaginación de cualquier texto literario está presente en toda la obra de Bosch, sea de ficción, sea informativo-ideológica. Los métodos estilísticos, semióticos o estructuralistas reclaman cientificidad. La poética no, porque parte de que en la ficción como invención de mundos imaginarios donde está sujeto a prueba el mayor grado de simbolización de los sentidos, no cabe la ciencia. Ciencia de la pluralidad indefinida de los sentidos de una obra? Ciencia del valor literario? Ciencia de la forma ritmo-sentido? A quién se le ocurre? Solo a Bally, Bousoño, Dámaso Alonso y su escuela, a Greimas, a la poética generativa, a Lucien Goldman y su sociologismo genético, a los sicólogos, a los sicoanalistas y hasta a los historiadores racionalistas y, finalmente, al marxismo, gramsciano, leninista o estalinista, todos, miembros del partido del signo.
44. Los tres cuentos urbanos señalados en este mismo párrafo simbolizan un barrio marginal en su etapa de tránsito a lo urbano, pues todavía no ha accedido a tal, porque carece de los servicios básicos de agua, luz, recogida de basura, calles pavimentadas, hospitales, estación de bomberos, etc. Aunque en la dictadura trujillista nunca podía faltar en un pueblo o en un campo el destacamento del Ejército, primero; y, el de la Policía, después. Ese tipo de barrio fue lo que Bosch dejó el 13 de enero de 1938 cuando se embarcó hacia Puerto Rico, exiliado por voluntad propia, pues su país no tenía ya nada que enseñarle en materia de carrera literaria y política. En cuanto a lo político, lo demuestra palmariamente la carta que le dirige al dictador Rafael Trujillo, donde exhibe su concepto de la política y le imparte una cátedra de teoría política al dictador y queda, para el futuro, como programa de lo que sería la ensayística de Bosch a partir de Composición social dominicana, obra inaugural de la sociología política e histórica de nuestro país donde analiza y critica radicalmente el modelo clientelista y patrimonialista del Estado dominicano fundado en 1844 (Carta de Bosch a Trujillo, fechada en San Juan de Puerto Rico el 27 de febrero de 1938. Verla en Cándido Gerón. Juan Bosch: la traición de un símbolo. Santo Domingo: Centenario, 1999, pp. 19-21). Y, de manera coincidente, en la última carta de Bosch a Trujillo, el escritor le vaticina el fin de su régimen, justamente el día de la independencia de nuestro país y la misiva tiene la misma fecha que la primera, pero esta vez del año 1961 (Gerón, ibíd., pp. 26-28). En razón de que Bosch ligó siempre la escritura de ficción a su proyecto político, sus obras literarias no pueden ser analizadas sin una teoría que dialectice ambas prácticas, sin instrumentalismo, sin denuncismo, sin politicismo directo, sino oyendo y viendo cómo la ética política del sujeto biográfico se convierte en ética de la escritura en la forma-sentido o ritmo de cada uno de sus textos, personajes y protagonistas principales, de plural parsimonioso, unos más que otros, por supuesto. El ritmo visto siempre como el valor artístico o literario de cada obra en tanto orientador de lo político del sentido inscrito en contra de las ideologías de época, que son las del Poder y sus instancias en el interior del sistema social considerado
Analisis De La Obra Literaria Dos Pesos De Agua
El mensaje de esta obra deja de manifiesto la denuncia de la miseria y la pobreza extrema de una comunidad olvidada donde su única fuente de manutención era la precaria agricultura y la crianza de cabras. Nos demuestra la precariedad de la tierra por la escasez de agua y la situación de enfrentamiento humano producto del poco discernimiento que la pobreza produce en su pensar y sentir. El autor muestra su sensibilidad ante tales carencias humanas, y las retrata de una manera impactante, dejando al lector con una sensación de amargura.
Una actriz relata tres cuentos con las mismas palabras que usó su abuelo para escribirlos. Los cuentos elegidos del gran escritor dominicano Juan Bosch son: "Dos pesos de agua", "Los amos" y "El algarrobo".
Juan Bosch (Rep. Dom. 1909-2001) después de la dictadura de Trujillo fue electo presidente de su país en 1962, iniciando un programa reformista abortado en 1963 por un golpe militar. Su abundante obra literaria lo define como uno de los padres del realismo mágico. Es uno de los dominicanos más sobresalientes del siglo XX.
10. Cuánto mayor es la cantidad de plantas, animales y bacterias que hay en el agua, más modificaciones sufre la composición del agua por obra de tales procesos. En estanques con abundante población de peces, las modificaciones son importantes y requieren un manejo muy cuidadoso.
Una casa vacía (1996), novela de Carlos Cerda, se enmarca dentro de la corriente predominante del realismo literario, tan difícil de abandonar para la literatura chilena del siglo XX. Asimismo, se relaciona directamente con el género de la literatura testimonial, que florece en Chile antes, durante y después del régimen militar (1973-1989) (1). La transformación del realismo costumbrista y documental del siglo XIX en realismo testimonial y militante a partir de la primera mitad del siglo XX es un tema ciertamente apasionante y bastante difícil de acotar. La obra de escritores como Carlos Droguett y Fernando Alegría es un buen ejemplo de ello. Por otro lado, la ampliación del registro de representación literaria hacia zonas del mundo de la psique, que otorga estatuto de realidad al sueño, la ensoñación, la fantasía, la alucinación, desemboca en la afirmación de la autonomía de la obra de arte literaria, a menudo llamada superrealista, específicamente a partir de las generaciones surrealistas delimitadas por Cedomil Goic (2). El reconocimiento de que los medios usados por el lenguaje literario, tanto para crear el "efecto de realidad" (Barthes) como para inducir la percepción de una realidad autónoma, son básicamente los mismos, ha desplazado el interés por el análisis de los procedimientos puramente formales de enunciación hacia los procesos de representación del Yo que se define en y por el lenguaje, ya sea como sujeto de ficción, testimonial, retórico, etc.
Ahora bien, una obra literaria no debería analizarse solamente desde el punto de vista de la dialéctica forma-contenido, las metáforas o alegorías construidas dentro del mundo representado, los símbolos y relaciones intertextuales que enriquecen el tejido literario. Además, debería rastrearse y descubrirse el modelo implícito que la obra trata de emular, el arquetipo genérico o la sombra bajo la cual se construye este relato. Dicha sombra existe en una vertiente estética, pero también encierra una proposición ideológica: Detrás de todo relato existe un misterio, un enredo o una moraleja que develar; tras lo aparente y superficial-oficial existe una verdad ideológica cuya manifestación social ha sido aplastada al producirse un retorcimiento o quiebre del curso histórico de las cosas. En el caso de Una casa vacía, por supuesto que el modelo es la novela histórica que deviene en historia de las relaciones privadas en un momento de crisis social y cambios traumáticos. El arquetipo genérico es la forma simple (Jolles) de la develación de un enigma, cuyos afloramientos indiciales y su rastreo sugieren gérmenes de un relato policial. La sombra bajo la cual se construye el relato de La casa vacía es la legalidad del arruinamiento (Promis) objetal, histórico y personal, vivido como un principio ontológico contra el cual, si bien no se puede luchar, sí puede ser exorcismo a través de la escritura o la confesión. En este nivel de exorcizamiento de un principio extraliterario --el arruinamiento--, se verifica, casi con delectación, el reconocimiento de las formas imperfectas que el arte genera como sublimación de la angustia, quedando el proyecto testimonial convertido en un esfuerzo suspendido cuya realización depende de otros componentes del circuito comunicacional-literario: las generaciones de lectores y la acumulación de lecturas posibles que el texto genera. Sin embargo, más allá de este nivel de exorcismo, sobresale la invocación de una ideología de la verdad que más existe y se refuerza mientras más se presenta como perseguida, violentada y contrariada: la interpretación materialista (histórico-utópica) del ala izquierda política latinoamericana más extrema y su mesianismo social, explicada, de manera ejemplar, en textos como los del historiador Luis Vitale.
La crítica literaria, por su parte, considera inútil discutir el carácter realista y testimonial de la novela de Cerda. Es tan evidente que pertenece al ciclo de obras que, en la post-dictadura, buscan decir o señalar el tema del sufrimiento del otro, dar voz a la voz del otro, señalar el vacío de la desaparición, que no se ha preguntado sobre los recursos usados por el autor, sobre su validez estética en armonía con su propuesta ideológica. Tampoco se ha preguntado por la transformación que sufre el testimonio al ser introducido en una obra ficcional. Sin embargo, vale la pena reflexionar sobre si es posible una narrativa ficcional testimonial, e incluso, si el testimonio puede ser representado simbólicamente. El capítulo dedicado al testimonio de Chelita frente a la abogada es central en este aspecto. El reconocimiento implícito de que el testimonio existencial de la mujer es traducido a un discurso forense cuya sintaxis y pragmática es esencialmente diferente y ajena a la vivencia existencial, representa la dificultad de legitimar el testimonio como género representable. Cierto que se legitima legalmente; pero su esencia sigue siendo intransferible: exactamente como lo gótico-siniestro. 2ff7e9595c
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